El lobo marino de un pelo es también conocido como lobo marino sudamericano y su nombre científico es otaria flavescens. Tiene una sola capa de pelo, por lo cual ha sido para la industria peletera mundial menos atractivo que el lobo marino de dos pelos. Se alimenta de diferentes especies de peces, calamares y pulpos.
Es una de las especies de lobo marino de mayor porte: los machos adultos pueden pesar 350 kilos y medir 2.3 metros de largo; las hembras no superan los 200 Kg. y las crías pesan, al nacer, entre 10 y 14 Kg.
Diferencias sexuales
En todos los lobos marinos, el tamaño y la apariencia de los machos es diferente al de las hembras de la misma especie. Los machos adultos tienen la cabeza y el cuello extremadamente grandes. El pelo del cuello es mas largo que el del resto del cuerpo, lo cual les da una apariencia leonina ( por lo que también se los conoce como leones marinos).
Vida de harén
Los machos compiten agresivamente por el control de harenes compuestos de hembras reproductoras. Ellos se reproducen entre diciembre y febrero, y los más exitosos lo hacen con 5 y hasta con 10 hembras por temporada, las cuales paren una sola cría en ese período.
Como los harenes no son estables, es improbable que un macho sea el padre de las crías nacidas en su harén, así que si bien los machos adultos no maltratan a esas crías, tampoco las cuidan. Son las hembras las que tienen a cargo su cuidado y cada una amamanta sólo a a la cría propia. Por ello, si una cría pierde a su madre, tiene pocas probabilidades de sobrevivir.
Distribución
Viven en las costas de América del Sur: desde el sur de Brasil hasta Tierra del Fuego en el Atlántico y hasta latitudes ecuatoriales en el Pacífico. En la costa patagónica se han descripto mas de 100 agrupaciones, 40 de las cuales son reproductivas y el resto son invernales o están conformadas por animales jóvenes. La población estimada para la costa patagónica es de 70.000 animales.
Conservación
Mas de 500.000 lobos marinos fueron matados durante la primera parte de este siglo en la costa de la Patagonia.
Es común que queden atrapados en redes de pesca y que mueran ahogados. Una cantidad desconocida muere al enredarse con sogas o con trozos de red arrojados al mar.