La Reserva Natural de Punta Tombo alberga a la mayor colonia de pingüinos de Magallanes que existe en el mundo. Estos pingüinos se caracterizan por medir unos 50 cm de altura (aprox.) , y su plumaje es blanco y negro. Presentan una distribución particular del mismo que lo distingue de otros ejemplares de la especie. El color del plumaje le garantiza un eficiente mimetismo con el medio marino, y una serie de características relativas a la adaptación al clima, le permiten minimizar la pérdida de calor corporal. Se alimentan de diferentes peces, como sardinas, pejerreyes, anchoas y otros que cazan con una técnica muy eficiente basada en la agilidad con la que se desplazan en el agua. Estas habilidades les son enseñadas a las crías y garantizan la preservación de la especie.
Los pingüinos machos llegan a las playas a fines de agosto, y reacondicionan el mismo nido (pozo o cueva) que utilizó la familia año tras año. A principios del mes de octubre, las hembras hacen una puesta de dos huevos, que empollan durante cuarenta días. En ese lapso la pareja se turna para alimentarse y cuidar el nido. Cualquier descuido es aprovechado por gaviotas y otras aves para alimentarse a costa de los huevos. Para fines de abril, los pichones han aprendido a nadar y alimentarse por sí mismos, y emprenden con sus padres su periplo anual por el Atlántico. Anidan en terrenos blandos cercanos a la costa y ambos padres se turnan para empollar los huevos y buscar alimento. Las crías alcanzan la madurez a los 90 días.
La visita a la pingüinera debe realizarse priorizando el respeto por el hábitat y la especie, siguiendo las indicaciones de gaurdafaunas y señalización.
Opcionales Recomendados para combinar con esta Excursión:
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